El síndrome del Pupas

Solamente llevamos tres jornadas de liga el equipo ha tenido un buen arranque, 5 puntos de 9 posibles y habiendo jugado con dos equipos que a priori están llamados a estar arriba como son el Real Zaragoza y el Atlético de Madrid.
La visita de este último levanta la expectación habitual de un club con solera históricamente conocido como el tercer grande tras merengues y culés y con gran presencia de aficionados colchoneros en nuestras calles, pero la realidad para estos aficionados es bien distinta, de ser tradicionalmente un grande el equipo a pasado sencillamente a la mediocridad, triste realidad para unas gentes de un calibre diferente y una fidelidad a unos colores digna de elogio.
El domingo pasado granas y rojiblancos se enfrentaron en un partido flojo en el terreno de juego pero intenso en la grada donde la comunión entre el equipo y los aficionados murcianistas es cada vez mas palpable. El sentir grana renace poco a poco por las calles de esta ciudad, granas de toda la vida, granas que vuelven, granas que atraídos por la primera división debutan en la grada, pero a fin de cuentas aficionados que, nuevos o veteranos van consolidándose en la familia murcianista. El día frente al Zaragoza el público apretó como si de una final se tratara y frente al Atlético se demostró que cuando ruge el estadio y los decibelios aumentan la Nueva Condomina puede ser una baza importante a la hora de hacer doblar la rodilla a nuestros rivales.
La travesía en el desierto parece que llega a su fin, años en segunda B y Tercera, descensos en los despachos, embargos de hacienda, encierro de los jugadores y un largo etcétera, parece que quedan muy lejanos, pero en cierta medida mucha gente ha seguido al pie del cañón, sin nada que envidiarle a los seguidores del "pupas" por que para muchos, en los 90, el Real Murcia ha sido nuestro particular "pupas.